¡Mi Historia!

Carolina Rumbos

Una historia de esfuerzo, aprendizaje y éxito

Todo comenzó en el 2019, cuando descubrí un mundo completamente nuevo: vender por teléfono. Sí, como lo lees, productos intangibles. Nunca lo había hecho, pero me lancé con la determinación de aprender y dar lo mejor de mí. ¿Sabes qué? ¡Lo logré! En mi periodo de prueba alcancé ventas por más de $500,000 dólares.

¿El detalle? No era para mí. Trabajaba para una empresa en Colombia y, aunque no me pagaban ni el 1% de esas ventas, entendí que ese era el precio de aprender. Mi meta principal era quedarme en ese trabajo, absorber todo el conocimiento posible y mejorar mis habilidades.

Lo que más me emocionaba en ese momento era tener un horario de lunes a viernes. No trabajaba los sábados ni domingos, y para mí eso era la gloria. Siendo venezolana, sabía que muchos no tenían la misma oportunidad de estabilidad laboral, así que cada día me esforzaba más.

Sin experiencia previa, recurrí a YouTube como mi maestro. Ahí aprendí estrategias y técnicas de ventas que no solo me ayudaron a cumplir mis metas, sino también a superar las expectativas. Gracias a mi desempeño, fui promovida a coordinadora de ventas, liderando un equipo de 10 personas.

Juntos logramos algo increíble: alcanzamos el segundo lugar a nivel nacional en la campaña de salud, con ventas de casi $4 millones de dólares como equipo. Fue un logro enorme, pero mi remuneración seguía siendo baja. No había comisiones, no había residuales, solo la satisfacción personal de saber que lo estaba haciendo bien.

Sin embargo, la empresa comenzó a decaer. Después de 6 meses en el puesto, decidí renunciar. Pero esa experiencia me había preparado para dar un paso más grande: trabajar desde casa en el mismo rubro, pero por mi cuenta.

El siguiente capítulo: trabajar desde casa
Comenzar a trabajar desde casa fue un sueño hecho realidad. La libertad de manejar mi tiempo y mi negocio era lo que siempre había deseado. Me capacité aún más, diversifiqué mis servicios y, lo más emocionante, mi esposo se unió a esta aventura laboral.

Un año después, con esfuerzo, dedicación y mucha fe, logramos mudarnos a España, ¡un sueño cumplido! Esta historia no solo es un reflejo de cómo el trabajo constante y la preparación abren puertas, sino también de cómo los sueños, por grandes que parezcan, pueden volverse realidad si tienes el valor de perseguirlos.

¿El mensaje? No importa dónde empieces, lo importante es aprender, crecer y no rendirte. Tu historia puede cambiar, siempre que te atrevas a escribirla.

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